28 Nov Tatuajes

Si te haces un Tatuaje nunca más te lo podes borrar- me decían mi mamá y mi abuela Gloria cuando era chico.
Su intento de darme miedo no funcionaba, simplemente porque los tatuajes no me importaban. No soñaba hacerme uno pero tampoco estaba negado. Así que las tranquilice diciendo que no lo haría nunca.
En la adolescencia amagué con tatuarme, pero me paraba la duda. Estuve cerca varias veces, pero recién me animé cuando nos comprometimos con Paloma y quisimos hacernos uno juntos.
Nos hicimos el que ven en la foto. Las anclas fueron por un pasaje de la Biblia.
También aproveche, y en la misma sesión, me hice una cruz en mi muñeca izquierda. Quería que mi primer tatuaje sea relacionado a mi fe. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
En junio de 2018 tenía en mente el tercero. Hacia meses que lo venía masticando. Un árbol de Álamo a color en el antebrazo derecho. Me junte con mi amigo Andy y lo diseñamos.
¿Por qué un árbol? Por una historia del rey David que me había volado la cabeza en esos días.
Resulta que los filisteos los atacaron y Dave consulto al Señor. Dios le dice que los ataque de frente. El va y los ataca de frente y gana, ¡Claro!
Al tiempo, vuelven los filisteos por la revancha. David ya los había vencido con la estrategia de ir de frente pero en su sabiduría, volvió a consultarle a Dios. Este le dijo: no los ataques de frente. Rodealos y atacalos por el costado. Cuando escuches mis pasos en las copas de los Alamos ataca, ahí sabrás que yo voy adelante y te daré la victoria.
Era una hermosa historia que me motivaba mucho. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Pero justo antes de poder hacerlo, pasó la explosión. Quemaduras, hospital, manos vendadas.
Y el ancla se borró.
Hoy apenas quedó un pequeño reflejo, como una sombra.
No me tatué el árbol porque en mi recuperación no podía lastimar más mi piel.
Así que pase de tener casi tres tatuajes a tener solo uno.
Me quedó el de la cruz. Estuvo cerca, las quemaduras llegaron a tocarla, pero no sé borró.
El de la cruz no se borró ni con fuego.

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